Se fue el Profe Trejo

Mientras en el mundo existan personas congruentes, el poder faraónico siempre se sentirá incómodo. Al rey y a sus zalameros les molesta la dignidad, el honor y el orgullo porque les impide saquear impunemente. Siempre habrá un Guerrero de pie, aún atravesado por las flechas, pero con la cara al frente, con una sonrisa socarrona y con la mirada agonizante pero retadora. Ese era el Comandante Trejo, un sobreviviente eterno de las embestidas del poder. Un hombre que con sus principios y poco más sorteo La Guerra Sucia, el retiro del subsidio federal a la universidad en los 80´s y la práctica tiránica en el ejercicio del poder dentro de la UAGro y fuera de ella.

Para quienes nos formamos con las historias del Partido Comunista Mexicano (PCM) y de Unidad Democrática (UD) (mis padres fueron orgullosos militantes) Rafael Trejo siempre fue una referencia de respeto casi marcial, junto con otros personajes inmortales de la lucha social mexicana como Antonio Torres Montoro o Pablo Sandoval. El Profe Trejo llevó a las aulas reclamos sociales legítimos que encontraron eco en miles de estudiantes formados y forjados bajo el ideal de lo justo; lo hizo además en una época de la historia en donde la libertad de expresión en México era un derecho acotado cuyo ejercicio costó la vida de un número indeterminado de opositores al régimen priista.

Vivimos épocas de amasiato pernicioso y de encuentros íntimos inconfesables entre la izquierda y la derecha; hay juniors “progresistas”, nepotismo “buena onda”, caciques “democráticos” y mucho fascismo social; Marxistas apoyando dictaduras, dirigentes partidistas de izquierda viajando en Suburban escoltados por la Guardia Nacional y políticos que adoptan la causa que mayores dividendos traiga a sus bolsillos. En estos tiempos tan confusos la figura de Rafael Trejo Moreno es imprescindible; esos personajes de una sola pieza le dan claridad a los idearios revolucionarios y sirven como paradigma para todos aquellos que emprenden una contienda diaria por la democratización social. Se es de izquierda por convicción y nada más.

Hoy, donde el perverso cuestiona al congruente, donde los violentos empachados te exigen agradecer las migajas, donde el cínico vive del trabajo del honesto, donde las injusticias son la misa diaria del desvalido, hoy más que nunca ¡Trejo Vive! Hasta siempre Comandante.

José Luis García